urdir-para-tramar

Día 2 (o 3 porque ya son más de las 12). Pensando sobre qué podía escribir o mostrar hoy (o que me dejó el día, o que sensaciones tuve, etc), se me vino a la cabeza dos cosas: que la entrada anterior tiene que ver con lo francés (la película que mencioné está absoluta y exquisitamente relacionado con eso y que, por otro lado, AAAAAAMOOOOO esta cuestión de "la vie en rose", "Allons enfant de la Patrie", la tour effiel y un soñado y postergado viajecito a la callecitas parisinas); y la segunda con las caretas y el lamentable hecho de no preocuparnos por lo verdaderamente importante. ¿Y qué carajo tiene que ver una cosa con la otra? poco y mucho. A simple vista, nada. Pero a juzgar por experiencias personales, mucho. No vale la pena contar lo vivido (indirectamente) y que se vincula con la segunda cuestión que se me vino a la mente (y al corazón);  pero si vale la pena decir que aunque parezca utópico, lo importante en esta vida es el ser y no el parecer... puaaaaaa,...

Si de inspiración se trata sin duda las películas son un importante estímulo creativo. Hace un tiempo vi (y cada vez que puedo lo hago nuevamente) una película que amé! Porque tiene que ver con la cocina (me encanta ver gente cocinar y hacerlo también, aunque no soy experta en el tema); pero también con proponerse metas, emprender una aventura. Y como puse en mi entrada anterior, volví a escribir para "aventurarme", en cierto modo. Volviendo a la inspiración, en esta película la protagonista se propone realizar una receta por día de una gran cocinera que existió entre los 50s y 60s y cuyo libro, con 524 recetas, son realizadas por Julie durante un año, pero además, cada experiencia, luego de realizar la comida que tocara ese día, la volcaba en un blog creado para este fin. Entre esta película y un artículo que leí que para que un hábito sea tal hay que realizar una acción (que queramos se forme como hábito) durante 21 días seguidos; se me ocurrió poner en mi blog, durante...

Volviendo a la ruta de las palabras... un camino maravilloso que expone lo más profundo o superficial de cada persona. Y en eso ando, con ganas de expresarme, de volver a emprender este recorrido interno para escribir en "mi cuaderno de viaje" lo que mis ojos ven y mi corazón siente, lo que mi paladar disfruta y mi olfato se deleita. Una experiencia, una receta, una pavada, un chiste bobo, un grito silencioso, una musiquita. En palabras o en una y mil imágenes (¡las amo!) ; todas las sensaciones manifiestas. TODO vale a la hora de mostrar una de las andanzas más mágnificas del ser humano: el SER... Buen viaje para mi y para los que me quieran acompañar